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De los ricos en los Evangelios

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Uno de los más conocidas (y celebradas) sentencias de Jesús es aquélla que dice es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos, (Mt. 19, 23-24), que ya tuvimos ocasión de comentar ampliamente hace ya algún tiempo (pinche aquí si le interesa saber lo que entonces decíamos). Conocida por la belleza de la comparación que realiza, y conocida y no menos, por la dureza de la afirmación realizada.

Jesús opta por los pobres pero no niega a los ricos la posibilidad de Salvación.

En el Evangelio de Lucas le vemos admonizar a Jesús:
- “Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo”(Lc. 6, 24).
Ahora bien, ¿quiere ello decir que Jesús no se relacionó con ricos, y que algunos de sus amigos no fueron, ellos mismos, ricos?. A lo mejor no tanto.

El Zebedeo.
Para empezar, del Zebedeo, dos de cuyos hijos militarán entre los principales discípulos de Jesús, se dice que tiene jornaleros -“y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él” (Mc. 1, 20)- lo que ya indica una extracción social que no es precisamente la de un pordiosero.

Lázaro.
De Lázaro (pinche aquí si le interesa conocer mejor al personaje), o mejor dicho, de su hermana María, se dice que tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos (Jn. 12, 3), tan caro que según se dice, “al ver esto los discípulos se indignaron y dijeron: ‘¿Para qué este despilfarro?’”, lo que nos sitúa una vez más ante una familia, la de María y Lázaro, de cierta capacidad adquisitiva, como así lo recoge, por cierto la tradición.

Nicodemo.
Un producto no menos caro, mirra y áloe, y nada menos que cien libras, vemos manejar a otro de los buenos amigos de Jesús, Nicodemo, que lo pone a disposición para el enterramiento de Jesús: “Fue también Nicodemo -aquel que anteriormente había ido a verle de noche- con una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras” (Jn. 19, 39).

José de Arimatea.
De José de Arimatea, que provee el que será el sepulcro de Jesús, dice Mateo: “Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que se había hecho también discípulo de Jesús” (Mt. 27, 57).

Publicanos.
Si bien es verdad que de ellos dice Jesús no necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, no menos cierto es que a Jesús le reprochan sus contemporáneos precisamente que “come con los publicanos”(Mc. 2, 16), recaudadores de impuestos a los que cabe imaginar algo más que una potente capacidad adquisitiva. Precisamente un publicano es incluso uno de los apóstoles: “Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba. Al pasar, vio a Leví[llamado Mateo en el evangelio de Lucas], el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: ‘Sígueme’. Él se levantó y le siguió” (Mc. 2, 13).

Algunos jefes.
Y no sólo con publicanos… ¡sino con sus jefes!. De Zaqueo dice el Evangelio de Lucas, que es quién lo presenta: “Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico” (Lc. 19, 2). Zaqueo no necesita ni invitar a Jesús a comer para que éste le diga: “Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa” (Lc. 19, 5).

Algunas discípulas.
Por último, incluso entre las mujeres discípulos citadas en el Evangelio, Lucas nombra específicamente a “Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes” (Lc. 8, 3), a la que cabe suponer no ya bienes, sino incluso una probable fortuna. Por cierto que entre las mujeres que seguían a Jesús, y siempre según Lucas, iban también “otras muchas que les servían con sus bienes” (Lc. 8, 3).

Conclusiones.

  1. La Salvación de Dios es PARA TODO SER HUMANO y Jesús no se muestra esquivo ante nadie, antes bien acoge a todos y a todos ofrece esa Salvación.
  2. Sin embargo unos le acogen y otros no y, en ello, tampoco hay distinción según pobreza o riqueza material: hay ricos que se convierten y deciden seguirle y los hay que no; hay gente sencilla y humilde que le conocieron y muy probablemente no le siguieron y otros muchos sí.
  3. Lo que sí es obvio -y por ello Jesús lo advierte con tanta rotundidad- es que a menudo las riquezas materiales más que un beneficio son una dificultad, no por ellas mismas sino por la actitud de la persona que vive apegada a esas riquezas y las antepone al mandamiento del AMOR que es propio de quienes se sienten hijos de Dios y por lo tanto hermanos de todo ser humano.
  4. También está claro que "quien decide seguir a Jesús, viviendo la fraternidad humana, la de los hijos de Dios, según el modelo de Jesús... más pronto que tarde acabará por desprenderse de todas sus riquezas materiales" adoptando con ellas una actitud de desprendimiento aunque pueda seguir administrándolas; no en actitud de posesión de las mismas sino en la de disponibilidad de todo para el bien común.

Cielo e infierno

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La teología religiosa concibe diferentes estados para el alma después de la muerte, según como haya sido el comportamiento de la persona durante su vida. Las enseñanzas cristianas y, principalmente la católica, aboga por tres lugares: cielo, purgatorio e infierno. Sin embargo otras religiones, como la judía, mencionan también el Sheol como lugar del destino temporal y transitorio del alma de la persona fallecida, y de la Gehena como lugar de su castigo final y eterno al que los griegos denominaban el Hades. Y en el islam mencionan que el alma, después de desprenderse del cuerpo, deberá atravesar el puente Siratpara poder conocer si es digna de salvación o si no lo es. Y si no lo es, su alma irá a la Jannah o Hannah. También lo describieron los vikingos como el Walhalla y los budistas como el Nirvana.
Son tantas y tan variadas las descripciones del destino del alma después de la muerte, que es conveniente hacer una detallada descripción de cada uno de ellos para una mayor y mejor comprensión del tema.

El Cielo.

¿A quién tengo yo en el cielo?. Estando contigo no hallo gusto en la tierra  (Salmo 73,25).
Aunque existen abundantes y diversas fuentes para concepciones del cielo, la visión típica del creyente depende siempre en gran medida de su tradición religiosa particular, aunque por lo general es interpretado como una experiencia de felicidad eterna para quienes, durante su vida terrenal, se han hecho merecedores de ella.
El cielo es un concepto del más allá, presente en muchas religiones que lo describen como el lugar de la morada eterna de Dios, ángeles y almas humanas. Algunas personas dicen haber estado y visto el Cielo y después regresado a la tierra con el fin de enseñar al resto de la humanidad qué es la vida después de la muerte, y la existencia de cuanto nos habla la Biblia acerca del Cielo, donde está mencionado 784 veces en sus diferentes partes.
La palabra cielo proviene del latín caelu y originalmente se refería a las regiones situadas por encima de la tierra donde están situados los cuerpos celestes, lo cual coincidía con el significado de la palabra hebrea shamayimcitada en el libro del Génesis: En el principio Dios creó el cielo y la tierra (Génesis 1,1). Sin embargo no debe leerse aquí la noción metafísica de creación ex nihilo, o sea, de la nada, en el sentido de que no existía nada con precedencia, a partir de lo cual hubiesen sido formados los seres. La creación no es un mito intemporal, sino que está integrada en la historia, de la que ella es el comienzo absoluto.
En el cristianismo el cielo es un retorno al estado de la humanidad anterior a la caída; un segundo Jardín del Edén en el que la humanidad se reúne con Dios en un perfecto y natural estado de gracia y de existencia eterna, logrado por la obra redentora de Jesús en la Cruz, y obtenido por seguir y cumplir cada creyente el mensaje de Cristo. Es un reino de bienaventuranza y gozo puro y eterno. Es donde la creación sucede sin esfuerzo y donde nuestras experiencias humanas son armoniosas y completas. No existe en el cielo confusión o necesidad de supervivencia, pues el espíritu ha trascendido las disputas terrenales. Dirigimos entonces nuestras energías hacia nuestras relaciones, permitiendo a nuestro espíritu ser fortalecido por medio de la purificación de nuestros pensamientos y actitudes, soltando así nuestros sentimientos negativos.
Definitivamente el cielo está más allá del espacio humano y su distancia es más esencial que espacial. Cada civilización y cada pueblo han conformado su propio cielo. Para los guerreros vikingos el cielo era el Walhalla, un palacio de ensueño propio de gigantescos campeones, donde 540 puertas se abren a la multitud de guerreros que se acercan para ser recibidos por Odín y para comer con él la carne del jabalí Sharimnir, comida eterna que jamás decrece, y para beber hidromiel de las ubres siempre repletas de la también mítica cabra Heidrun.
Para los egipcios, su visión del cielo era una realidad más espiritual que material. En boca del dios Atón, un escritor desconocido del Imperio Medio puso estas palabras: “Yo he puesto allá, en lugar del aire, del agua y de las delicias, una transfiguración y una bienaventuranza donde antes había pan y cerveza”. Y en diversos sepulcros de la ciudad egipcia de Tebas se repite la misma idea:“Puse una transfiguración gloriosa en lugar de la sexualidad, una abierta generosidad en lugar de concupiscencia del corazón, paz del alma en lugar de apetito de comer”.
De esa idea egipcia del cielo a la idea descrita por el filósofo griego Platón, hay poca diferencia. Platón dijo en su obra Fedro, un tratado sobre la belleza: “El lugar supraceleste ningún poeta de esta tierra lo ha cantado ni lo cantará jamás dignamente. Pues es un lugar sin color, sin forma, impalpable, que sólo puede ser contemplado por la inteligencia, piloto del alma, que ocupa ese lugar” (Fedro, 248).
Una concepción también de algún modo espiritualizada está representada por la idea budista del Nirvana, estado ideal según las escuelas budistas, que etimológicamente significa expirar o extinguirse, y que guarda relación con los procedimientos del yoga. La conciencia individual busca liberarse por medio de prácticas místicas hasta la última etapa en la que el alma se exhala para unirse con el Brahman, o sea, Dios. Esa unión, donde termina un lento proceso de purificación por medio de diversas reencarnaciones, es el Nirvana. Un estado que es como una consciencia imperceptible, infinita, resplandeciente, no iluminada por algún algente externo, sino por su propia luz.
El concepto de cielo fue importado al judaísmo desde el zoroastrismo, posiblemente por el profeta Daniel, debido a su permanencia en la corte de Darío I, después de la ocupación de Babilonia. Los judíos fariseos sostenían la creencia en la resurrección, la cual era negada por la secta de los saduceos, lo cual se confirma en el evangelio de Mateo:Aquel día se le acercaron unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección (Mateo 22,23). Pero así como la creencia cristiana de la redención por Jesús, el Mesías, era válida, los judíos aún siguen a la espera de su Mesías redentor profetizado en la Tanaj el Antiguo Testamento. Y mientras no ocurra esa venida y posterior redención, la creencia judía afirma que sus almas permanecerán en el Sheol, un lugar de espera en el más allá.
Y la visión islamista del cielo en el Corán también difiere de la del cristianismo. En el Corán el cielo se describe como un lugar de vino y mujeres hermosas (44:50ff; 78:33; Dr. Phil Parshall 1989, 199). Un autor musulmán escribe: "Si llego al cielo y no encuentro ríos frescos, árboles de dátiles y mujeres hermosas para hacerme compañía, me sentiría terriblemente defraudado"(Ibíd. 199).
Pero definitivamente el cielo es donde reina el amor y la sabiduría y donde somos guiados a conectarnos con la Fuente que vive en nuestro interior. Cuanto más próximos estemos a la Fuente, más nos percataremos de que no se halla separada de nosotros; de hecho somos uno con ella y llegamos a ser una parte intrínseca de la gloria que expresa esa Unidad y Unicidad o ser único, sintiéndonos invadidos por el gozo del amor de Dios por cada uno de nosotros.

El Infierno.

Humíllate profundamente, que el castigo del impío es fuego y gusanos  (Eclesiástico 7,17).
Etimológicamente la palabra infierno procede del latín infernum o inferus, que significa inferior o subterráneo. Es el lugar donde, de una forma u otra, son torturadas eternamente las almas de los pecadores según la mayoría de las religiones. El castigo en el infierno habitualmente corresponde a pecados cometidos en vida. En el cristianismo y en el islamismo la fe y el arrepentimiento tienen mayor importancia que las acciones en determinar el destino del alma después de la muerte.
El infierno suela describirse, de forma abstracta, como un estado de pérdida más que una tortura en un lago de fuego literalmente bajo la tierra. También existe la opinión de que el infierno es un lugar donde los muertos sufren inconsciencia, y no de un lugar abrasador de tormento donde los pecadores sufren después de la muerte.
El infierno es usualmente imaginado como un lugar poblado por demonios, quienes atormentan eternamente a los condenados, y que son gobernados por un rey de la muerte. Algunas de sus denominaciones son: Nergal: dios sumerio-babilonio, señor de los muertos. Lama: dios benigno en el hinduismo. Satanás: entidad que representa la encarnación suprema del mal.
Algunas teologías del infierno ofrecen detalles gráficos y siniestros, como el Narakadel budismo. Las religiones con una historia divina lineal, como en el cristianismo, a menudo conciben el infierno como infinito. En cambio las religiones con una historia cíclica suelen mostrar el infierno como un período intermedio entre encarnaciones, como es el caso del Di Yu, el reino de los muertos de la mitología china.
Seguidamente analizaremos el concepto de infierno de las religiones abrahamánicas, aunque antes debemos aclarar que el concepto del Sheol judío es un lugar espiritual totalmente distinto al del infierno e incluso al del cielo, por lo cual hemos dedicado la última parte de este trabajo a explicar en qué consiste realmente el Sheol.
Debemos definir que las abrahamánicas son fes monoteístas que reconocen una tradición espiritual identificada con Abraham. El término es usado principalmente para referirse colectivamente al cristianismo, judaísmo e islamismo.

Catolicismo.

La teología cristiana ha discutido la noción de infierno a lo largo de su historia. Durante siglos no hubo duda de que se trataba del lugar en el que el pecador sufre eternos castigos que no pueden ser conmutados. Sin embrago la Enciclopedia Católica, a principios del siglo XX, menciona que “el dogma católico no rechaza suponer que Dios pueda, a veces, por vía de excepción, liberar un alma del infierno”. Sin embargo, y como una especie de contrasentido, los teólogos católicos son unánimes en señalar que tales excepciones nunca ocurrieron y nunca ocurrirán. Igualmente argumentan acerca del uso del término fuego que no hay suficientes razones para considerar este término como una mera metáfora, con lo cual manifiestan la realidad del fuego.
Sin embargo el 28 de julio de 1999, en la catequesis que impartió ante ocho mil fieles en el Vaticano, el Papa Juan Pablo II dijo: “Las imágenes con que la Sagrada Escritura nos presenta el infierno deben ser rectamente interpretadas. Ellas indican la completa frustración y vacuidad de una vida sin Dios. El infierno indica más que un lugar, la situación en la que llega a encontrarse quien, libre y definitivamente, se aleja de Dios, fuente de vida y de alegría”(“El infierno como rechazo definitivo de Dios”, 3).
Aunque para algunos estas palabras del Papa provocaron polémica al no mencionar la existencia del castigo eterno por medio del fuego, tampoco negó la existencia del infierno aunque le dio un sentido espiritual antes que concreto y material. Algunos fieles y teólogos católicos como Hans Küng, han rechazado la existencia del infierno por considerarla incompatible con el amor de Dios, mientras que otros afirman que Dios aplica la justicia al enviar al infierno eterno a las almas que no han aceptado a Jesucristo como su salvador.
Sin embargo hay consenso en creer que no es Dios quien envía el alma al cielo, al purgatorio o al infierno, sino que es el alma misma, por sus actitudes y obras durante su existencia terrenal, quien decide libremente su destino final.
Ha causado mucha confusión y desconcierto el que los primeros traductores de la Biblia tradujesen sistemáticamente tanto el Sheol hebreo como el Hades griego y la Gehena por la palabra infierno. La simple transliteración de esas palabras en ediciones revisadas de la Biblia no ha bastado para paliar de modo importante esta confusión y malentendido.
Por otra parte tanto la teología católica como la copta describen un estado intermedio entre el cielo y el infierno, que es el purgatorio, lo cual no es aceptado por la Iglesia Ortodoxa.
El purgatorio es un estado transitorio de purificación y expiación donde después de su muerte, las personas que han muerto sin pecado mortal pero que han cometido pecados leves no perdonados, tienen que purificarse antes de poder acceder a la visión beatífica de Dios. El tipo de penas que se padecen en el purgatorio son equivalentes a las del infierno, en el sentido de que se siente la lejanía de Dios, pero no son eternas.
La mayoría de iglesias protestantes rechazan la creencia en el purgatorio ya que, como describió Martín Lutero, es una invención humana que confunde a la persona.

Testigos de Jehová.

Definen el infierno como el Hades, lugar para ello como sepulcro común de la humanidad, y no un lugar de castigo y tormento. El infierno de fuego nunca ha sido parte de la doctrina de los Testigos de Jehová al afirmar que creer en ello sería difamar a Dios al contradecir la idea de mostrar a Jehová como un Dios de amor. Afirman que la idea del infierno es precristiana y que procede de la mitología mesopotámica.
Explican que cuando la Biblia alude al último estado de condenación en el Segundo Juicio, usa terminología asociada con destrucción, basado en el verbo griego apollumi, que significa destruir, y al sustantivo apóleia, que quiere decir destrucción. Para ellos esos términos no sugieren la idea de tormento, sino la eliminación total del alma pecadora.
La base para la mencionada definición proviene de la cita bíblica temed más bien al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la Gehena (Mateo 10,28). Con ello la idea que se da es de eliminación por muerte, no un sufrimiento eterno. El Hades o Gehena entonces es, para ellos, un lugar de olvido eterno sin ninguna esperanza de vida futura.

Mormones.

La Iglesia de los Santos de la Últimos Días predica que el infierno es un lugar preparado desde la creación del mundo y en él hay almas que no encuentran descanso y están en estado de miseria y lamentación, conscientes de su estado caído y ruina espiritual. Es una especie de cárcel para espíritus inmundos. Aún en este estado, el infierno es visitado y ministrado por ángeles que preparan a aquellas almas que aún tienen opción para la segunda resurrección y el juicio final.

Adventistas.

Según la Iglesia Adventista del Séptimo Día el infierno no existe como un lugar físico en el que las almas perdidas sufren por toda la eternidad. Tal interpretación se basa en la secuencia de acontecimientos proféticos relatados en el Apocalipsis o Revelación: Y el mar devolvió los muertos que guardaba, la Muerte y el Hades devolvieron los muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras. La muerte y el hades fueron arrojados al lago de fuego que es la muerte segunda, y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego (Apocalipsis 20,13-15). Para los adventistas los muertos permanecerán en un estado inconsciente hasta la segunda venida de Cristo, momento en el que serán resucitados.
Las anteriores creencias son bastante comunes entre las restantes denominaciones cristianas, pero no coincidentes con las demás religiones, de las cuales vamos a detallar las dos más significativas por su relación con el abrahamanismo.

Islamistas.

El islam prevé el Juicio Final para todos los creyentes en Alá y en su profeta Mahoma, y varias referencias al fuego del infierno existen en su libro sagrado, el Corán. Durante su vida, la persona tiene siempre dos ángeles junto a ella, uno a cada lado, y mientras el de la derecha anota las buenas acciones de la persona, el de la izquierda anota las malas.
A la hora de su muerte cada persona será juzgada de acuerdo al contenido de ambos libros. El puente Sirat, delgado como un cabello, debe ser atravesado para acceder al Paraíso, y aquel que caiga en dicho trayecto irá a parar a las llamas del infierno. En la parte del libro correspondiente a la Noche (493) se habla de un edificio de siete pisos, separados uno de otro por una distancia de mil años. El primero, que es el único que se describe, está destinado a los que murieron sin arrepentirse de sus pecados y en él hay montañas y ciudades de fuego, a la vez que contienen castillos de fuego con lechos de fuego en los que se practican las torturas, todo en número de setenta mil.
Como en la teología católica, en el islam existe un concepto similar al del purgatorio: el Barzaj. Es el lugar, período o secuencia de trámites por los que el alma espera el Juicio Final, en lo que Mahoma describe como las peores horas de la vida de un hombre. Para el islam existe también el Araf, un alto muro o barrera en el que esperan los que han conseguido escapar del infierno, pero que no han sido autorizados aún a entrar en el cielo.

Judaísmo.

Inicialmente el judaísmo creía en el Sheol, que analizaremos independientemente, y lo describían como una existencia sombría a la cual todos eran enviados tras la muerte. En el Antiguo Testamento no se amenaza a los pecadores con ninguna vida de sufrimiento después de la muerte.
La escatología judía distinguió después entre un lugar especial para los justos y otro para los condenados o réprobos cuando indica: El año duodécimo, el quince del primer mes, la palabra de Yahvé se dirigió a mí en estos términos: Hijo de hombre, haz una lamentación sobre la multitud de Egipto, hazle bajar, a él y a las hijas de las naciones, majestuosas, a los infiernos, con los que bajan a la fosa. ¿A quién superas en belleza? Baja, acuéstate con los incircuncisos. En medio de las víctimas de la espada caen –la espada ha sido entregada, la han sacado- él y todas sus multitudes. Le hablan de en medio del Sheol los más esclarecidos héroes, con sus auxiliares: Han bajado, yacen ya los incircuncisos, víctimas de la espada (Ezequiel 32,17-21). La religión judía negaba cualquier vida después de la muerte.
Posteriormente empezó a introducirse la idea de resurrección. Había en el judaísmo dos corrientes: los fariseos, que creían en la resurrección, y los saduceos, que la negaban. Pero la resurrección se entendía en una forma terrenal: se resucitaría para volver a llevar una vida terrenal y sólo tendrían acceso a ella los buenos. El castigo de los pecadores era la muerte eterna, que no era el infierno ni ningún sufrimiento de ultratumba, sino la ausencia de resurrección.
La posición judía mayoritaria actual es que el infierno o Gehena, como ellos la denominan, es un lugar de purificación para el malvado, en el que la mayoría de los castigados permanece hasta un año, aunque algunos estarán eternamente.

La Gehena.

Os mostraré a quien debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehena; sí, os repito: temed a ése  (Lucas 12,5).
Para los judíos el infierno es la Gehena, lugar de purificación para el malvado en el que la mayoría de los castigados permanece hasta un año, aunque algunos deban estar eternamente, de acuerdo a su comportamiento en su vida terrenal.
La Gehena aparece tanto en el Nuevo Testamento como en las primeras escrituras como el lugar donde el mal será destruido. En las escrituras rabínicas y en las cristianas, la gehena como destino del pecador es diferente al Sheol, el lugar donde habitan todos los muertos.
El nombre de Gehena derivó del incinerador de basuras cercano a Jerusalén; el barranco de Hinón. Concretamente la palabra Gehena deriva de Ge Hinnom, que significa Valle de Hinón, el cual estaba fuera de la muralla sur de la antigua Jerusalén, y se extendía desde el pie del monte Sión hasta el valle Kidron, al este.
Inicialmente, desde el año 638 a.C., los cananeos sacrificaban niños al dios Moloch quemándolos vivos, una práctica que fue proscrita por el rey Josías (641-609 a.C.), y luego se convirtió en el vertedero de la ciudad donde se incineraba la basura y también los cadáveres de animales y de algunos criminales.
En los evangelios sinópticos Jesús utiliza la palabra Gehena en doce ocasiones para describir lo contrario a la vida en el Reino prometido. Es un lugar donde el alma y el cuerpo se podrían destruir (Mateo 10,28) en un fuego inapagables (Marcos 9,43).
El Nuevo Testamento se refiere al Hades como destino de los muertos o sepultura común de la humanidad, el equivalente al Sheol hebreo, que analizaremos seguidamente. Se trata, entonces, de la traducción de la palabra hebrea Sheol al griego Hades.

El Sheol.

Yahvé da muerte y vida, hace bajar al Sheol y retornar  (1 Samuel 2,6).
Aunque se han propuesto muchas teorías para explicar el origen de la palabra hebrea sche’ohl, al parecer se deriva del verbo hebreo scha-‘al, que significa pedir o solicitar. Según la teología hebrea, el Sheol es un recinto común o región de los muertos donde todas las almas, sin importar su vida terrenal anterior, tanto justos como injustos, irán a parar después de la muerte. Es un lugar, no una condición, que reclama a todos sin hacer distinción, ya que acoge en su interior a todos los muertos de la humanidad, como podemos observar en la Biblia: Todos sus hijos e hijas acudieron a consolarle, pero él rehusaba el consuelo y decía: Voy a bajar en duelo al Sheol, donde mi hijo. Su padre le lloró (Génesis 37,35).
Ha causado mucha confusión y equivocación el hecho de que los traductores primitivos de la Biblia persistentemente vertieron con la palabra infierno, el vocablo hebreo Sheol y el de Gehena, junto con el griego Hades. El que los traductores de las ediciones revisadas de la Biblia simplemente hayan hecho una transliteración de esas palabras, no ha sido suficiente para eliminar de manera notable esta confusión y el falso concepto.
Los judíos creían que el Sheol estaba situado en alguna parte debajo de la tierra y que la condición de los muertos no era ni de dolor ni de placer. Tampoco se asociaba con el Sheol la recompensa para los justos ni el castigo para los inicuos. Lo mismo buenos que malos, tiranos que santos, reyes que vasallos, israelitas que gentiles, todos permanecían juntos sin conciencia los unos de los otros.
Al infiltrarse la enseñanza griega de la inmortalidad del alma humana en el pensamiento religioso judío en siglos posteriores, el registro bíblico muestra que el Sheol se refiere a la sepultura común de la humanidad como un lugar de inconsciencia. Esto nos es confirmado bíblicamente de esta forma: Cualquier cosa que esté a tu alcance, hazla según tus fuerzas, pues no hay actividad ni planes, ni ciencia ni sabiduría en el Seol, donde te encaminas (Eclesiastés 9,10).
Los que están allí ni alaban ni mencionan a Dios, a pesar de que no es un estado definitivo de separación de Dios. Las Escrituras muestran que el Sheol está enfrente de Él y que Dios está allí: ¿A dónde iré lejos de tu espíritu, adónde podré huir de tu presencia? Si subo hasta el cielo, allí estás tú, si me acuesto en el Sheol, allí estás (Salmo 139,7-8).
Las almas que allí están esperan a que Dios las juzgue y que El decida su destino final, de acuerdo a sus méritos en vida. Recordemos el Credo, donde nos dice acerca de Jesús: “…murió y resucitó al tercer día de entre los muertos”. Por lógica, menor será la estadía en el Sheol cuantos más merecimientos haya hecho para su salvación.
Las definiciones bíblicas acerca del significado del Sheol podemos ubicarlas en estos textos:
  1. En un lugar de inconsciencia donde van buenos y malos: Cualquier cosa que esté a tu alcance, hazla según tus fuerzas, pues no hay actividad ni planes, ni ciencia ni sabiduría en el Seol, donde te encaminas (Eclesiastés 9,10).
  2. Los que están en el Sheol no alaban ni mencionan a Dios: Que después de morir nadie te recuerda, y en el Sheol ¿quién te alabará?” (Salmo 6,6).
  3. No significa un estado de separación de Dios: Si subo hasta el cielo, allí estás tú, si me acuesto en el Sheol, allí estás (Salmo 139,8).
  4. Dios puede sacar del Sheol a las personas que se encuentran ahí: ¡Ojalá en el Sheol me escondieras, me ocultaras mientras pasa tu cólera, fijaras una fecha para acordarte de mí! (Job 14,13).
  5. El día de Pentecostés Simón Pedro citó, aplicándolo a Cristo Jesús: Pues no me abandonarás en el Sheol, no dejarás a tu amigo ver la fosa (Salmo 16,10). Y cuando Lucas citó las palabras de Pedro, utilizó la palabra griega Hái-dés, mostrando con ello que el Sheol y el Hades se refieren a la misma cosa: la sepultura común de la humanidad: … de que no abandonarás mi alma en el Hades (Hechos 2,27).
  6. Durante el reinado de mil años de Jesucristo, el Sheol o Hades será vaciado y destruido, ya que se resucitará a todos los que se hallen en él: Y el mar devolvió los muertos que guardaba, la Muerte y el Hades devolvieron los muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras (Apocalipsis 20,13). Esta será la segunda muerte.
No temas la sentencia de la muerte; recuerda tu origen y tu destino  (Eclesiástico 41,3).

Reflexión al respecto.

Durante muchos años y también según épocas y por diferentes motivos y circunstancias se ha recalcado en la tradición cristiana laidea del Infierno y las consecuencias de una vida indigna de quienes nos consideramos hijos de Dios y, por lo tanto, hermanos de todos los hombres y mujeres de nuestro mundo. ¿Por qué?, ¿para qué?.

  • De igual modo que advertimos a nuestros hijos de algo que les puede ser muy perjudicial les adelantamos lo peor que les puede suceder si no nos hacen caso (a veces lo hacemos así por propia experiencia o porque lo hemos visto en otros y sabemos el sufrimiento que eso acarrea; queremos evitar ese dolor a nuestros hijos y por ello les prevenimos de esa manera). Lo que pretendemos es que cambien de camino, que no persistan en esa conducta que consideramos nefasta para ellos o cuando menos muy peligrosa. Así también ha sucedido a lo largo de nuestra historia en relación con el discurso moral sobre el infierno.
  • Si se logra ese cambio de rumbo o conducta que pudiera desembocar en una muy mala experiencia estamos salvando un escollo tras otro que evitará sufrimientos no sólo a ese hijo o hija... sino también a todos los demás que tenemos que ver con él. Así también se puede entender el discurso moral que la Iglesia ha propiciado en algunas de sus épocas.
La idea de Cielo, sin embargo, no ha provocado tanto ruido ni ha tenido tanto impacto. ¿Por qué?. Quizás la imaginería cristiana haya ayudado poco al respecto y también nuestra interpretación de esa imaginería. Se ha escrito no poco sobre la "contemplación de Dios" en su grado máximo en esta vida eterna y que nosotros hemos interpretado de una manera muy simplista: nos hemos imaginado delante de un señor con largas y blancas barbas "contemplándole eternamente mientras los angelitos revolotean por alrededor con sus arpas y una cándida sonrisa"¿verdad?. Veamos:
  • No se equivocan los místicos al hablar de esa contemplación. Sin embargo esa "contemplación" más que una postura o imagen física hay que entenderla como un estado interior en el que nos sentimos, experimentamos, vivimos,... la total identificación con Él.
  • En ese estado interior y total del ser humano no hay ya apetencias, no hay ansiedad, no hay necesidades, no hay limitaciones,... porque ya somos UNO en Él. ¿Qué mayor felicidad y goce podemos experimentar que ser UNO con quien nos amó desde antes de nacer y a quien hemos amado en secreto y a voces durante toda nuestra vida, aún a pesar de nuestras negaciones, dudas, imperfecciones o limitaciones?.
Finalmente: Si fuera sólo por nuestras obras y méritos... íbamos a estar apañados. Si Él... nada podremos, con Él lo alcanzamos todo. De ahí que San Pablo hable de la Gracia mucho más que de nuestros méritos para "alcanzar" la Salvación... como si la Salvación fuera un lugar; no lo es, está ya en nosotros, basta sólo con desearla y abrazarnos a ella, Jesucristo y su mensaje: palabras, hechos y actitudes.

Conclusiones:
  1. Vivamos desde la positividad. Vayamos más allá de la moral del "no hagas esto, no digas lo otro, no te comportes asi,..." y apuntemos hacia las posibilidades, todo aquello que sí nos conviene, lo que nos lleve a la felicidad verdadera, aquello que dé sentido a nuestras vidas, lo que nos conduzca a la fraternidad humana universal y a la identificación con Él. (No es ninguna casualidad la insistencia de Jesús en lo esencial del ser hijos de Dios: "AMARSE LOS UNOS A LOS OTROS COMO ÉL NOS AMÓ").
  2. Vivamos la confianza plena en Dios y su amor misericordioso.Y demostrémoslo en los hechos y actitudes, naturalmente. Puede que nuestras fuerzas, nuestras entendederas,... sean muy escasas pero nunca olvidemos que "Dios no elige a los más sabios y capacitados sino que capacita e instruye a quienes elige". Todos los somos, otra cuestión es que le respondamos o no.
"No basta con evitar el pecado, no basta con no caer en el infierno,... porque si nos atamos sólo a eso... nos perdemos el gozo de vivir y adelantar la felicidad de estar UNIDOS a Él en constante armonía".
Y cuando caigamos... acordémonos de cómo hacían nuestros padres al instante y sepamos que Dios hace y hará aún más por nosotros.

"Campamento Urbano de Justicia y Paz Tenerife": Necesitamos de tu ayuda

Santoral

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Si miramos con atención los calendarios o almanaques que se cuelgan en la pared de una habitación, de la cocina u otros espacios del hogar habremos observado muy probablemente que, en algunos al menos, debajo de cada número se halla escrito el nombre de un santo o santa.
No hay día del año que no esté dedicado a un santo o santa y el calendario o almanaque mural nos aporta o aportaba esa información.


Y... ¿qué es un santo?.
Santo o santa es una persona, uno como nosotros. Los santos no son "santos" por ser perfectos sino por hacer de sus limitaciones no un trauma sino una oportunidad de mejorar, crecer, acercarse a la vivencia del Plan de Dios; sus tropiezos, errores y equivocaciones -iguales a los de cualquiera del resto del mundo- les han llevado a una reflexión de sí mismos, de sus vidas y del proyecto de vida que quieren vivir. Para ser "Santo" no es necesario andar haciendo milagros todos los días o parecer un extraterrestre. La SANTIDAD no es camino de bichos raros sino de personas de carne y hueso como cualquier otro ser humano.
Los santos tienen la cualidad común de saber hacer de las cosas ordinarias algo extraordinario. ¿Puede cualquiera ser "santo"?; cualquiera puede serlo si así lo desea, si quiere de verdad caminar los senderos de la santidad que son los mismos que nos presenta la vida en sus 24 horas de cada día.
Todos ellos cuentan también con Él. La santidad es posible cuando es Dios mismo que ilumina, orienta, anima y fortalece a la persona que desde su corazón dice cada día: "Hoy quiero vivir de manera santa cada uno de los instantes de la jornada".


¿Están en el calendario todos los santos?. En modo alguno; hay muchísimos más, incontables. Muchos de ellos están todavía entre nosotros. Puede ser ese compañero o compañera de trabajo al que vemos siempre dispuesto a echarnos una mano aunque nadie a su alrededor se decida a hacer lo mismo que él; puede ser esa abuelita que tenemos en casa y que con su sonrisa amable nos da los buenos días cada mañana aunque ni le contestemos, la que con suma paciencia nos escucha y se presta a contarnos sus historias, consejos y nos brinda sus caricias aún incluso cuando decimos cosas salidas de tono; puede ser el vecino del piso de abajo,... que cierto día tuvo unas palabras con nuestros papás pero al rato vino tocando a la puerta de nuestra vivienda para pedir disculpas y demostró desde entonces que su actitud era sincera;... puedes ser tú, puedo ser yo, podemos ser cualquiera que aunque cometamos nuestros errores los sabemos reconocer y asumir para hacer de ellos un elemento más para la reflexión, maduración personal y crecimiento.
Hay muchos santos anónimos que pasan completamente desapercibidos incluso para sí mismos: no saben que lo son, pero todos tienen algo en común muy importante:

  1. Son seres humanos con capacidad para hecer el bien y hacer mal también, pero eligen como actitud buscar el bien para los demás y para sí mismos.
  2. Son personas de carne y hueso que saben reconocer sus errores y limitaciones, saben pedir perdón y comprender también a quien se equivoca igual que ellos.
  3. Se sienten amados por Dios y aman a Dios y le toman como Padre, Amigo, Modelo, Camino, Verdad y Vida. Tratando de vivir de acuerdo con el convencimiento de que "somos a imagen y semejanza de Dios" y, por lo tanto, su obrar, sus actitudes, tienden a reflejar la presencia de Dios en el mundo allá donde estén y en lo que estén haciendo.
  4. Buscan la coherencia de sus obras con lo que creen, piensan y sienten; son personas que tienden a la unidad plena de sí mismos y cuando sufren caídas lejos de lamentarse y quedarse caídos... rápidamente se levantan y vuelven al camino en la dirección que decidieron tomar.
  5. No son todopoderosos y saben que necesitan de la comunidad, se sienten parte de ella (por eso aman como lo hacen, por eso oran por el resto del mundo) y también necesitan de Dios y en Él hallan esa fortaleza interior capaz de ayudarles a triunfar aún en medio de las peores tormentas.
  6. ...
"Dicen que para ser santo es necesario que se demuestre que han hecho algún milagro". Pues no, no es necesario demostrar ningún milagro para que alguien sea santo. El milagro lo obra Dios en ellos y a través de ellos. Una cosa es ser "santo" y otra el que "sea reconocido OFICIALMENTE como santo" ante todo el mundo (canonización) pero eso no significa que no lo fuera ya antes de ser canonizado.
A lo largo de este curso vamos a ir conociendo cada mes el santoral que acompañará cada uno de los días que vamos a ir viviendo.
Invitamos a los lectores de los artículos que formen parte de la etiqueta "Santoral" que busquen información de los santos/as de cada mes, leamos sobre ellos y busquemos los ejemplos de vida que puedan servirnos en nuestras realidades concretas. Lo bueno de los santos es que han pateado nuestros mismos caminos, han vivido nuestra misma humanidad y en todo su proceso vital nos muestran maneras de vivir la sintonúa con Dios y con el resto de la humanidad y la Creación.
En las sucesivas entradas (una por mes) iremos detallando cada uno de los santos/as del mes con enlaces-web que nos aportarán esa información pero también cada cual podrá ampliarla o contrastarla con otras que vaya encontrando, naturalmente.

ENLACES RELACIONADOS:

Santoral mes de septiembre

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Hacemos mención al artículo recientemente publicado en este blog que nos invita a plantearnos el valor de la "santidad" como algo de plena actualidad: http://eredelosdragos.blogspot.com.es/2015/08/santoral.html
En este artículo vamos a informar del SANTORAL propio del mes de septiembre y ofrecer diversos enlaces-web que nos ayuden a ampliar y contrastar información al respeco.
Pinchando sobre los distintos nombres de los santos y santas escritos a continuación hallaremos información sobre:
- Significado de sus nombres.
- Biografía breve.
- Datos más destacables de estas personas declaradas oficialmente santas.
- Otros santos/as que también se celebran ese día.
Anotamos el santoral del mes de acuerdo con cada día en que se celebran:

  1. San Arturo.
  2. San Antolín y Santa Raquel.
  3. San Gregorio.
  4. Nuestra Señora de la Consolación. (Consolación).
  5. San Lorenzo.
  6. Santa Eva.
  7. Nuestra Señora de los Ángeles. (Ángeles).
  8. San Adrián, Santa Adela, Nuestra Señora del Coral y Santa Nuria.
  9. Nuestra Señora de Aránzazu. (Arancha).
  10. Santa Rosalía.
  11. Santa Eugenia.
  12. Santa María.
  13. San Juan Crisóstomo.
  14. Fiesta de exaltación de la Santa Cruz.
  15. Nuestra Señora de los Dolores (Dolores) y Santa Melisa.
  16. San Cecilio.
  17. San Roberto.
  18. Santa Sofía.
  19. San Jenaro.
  20. Santa Amelia.
  21. San Mateo.
  22. San Jonás.
  23. Santa Victoria.
  24. Nuestra Señora de la Merced. (Mercedes).
  25. San Eugenio y San Ragüel.
  26. Santa Delfina y San Damián.
  27. San Vicente Ferrer.
  28. Santa Atenea.
  29. San Gabriel, San Miguel y San Rafael.
  30. San Héctor.
ENLACES PARA AMPLIAR Y/O CONTRASTAR:

Hospitalidad + Dignidad = Migrantes Con Derechos

12 razones para la Religión en la escuela

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Julián Ruiz Martorell, obispo de Huesca y de Jaca y miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza de la Conferencia Episcopal Española, da a las familias en su próxima Carta Pastoral 12 argumentos para no dejarse asustar por las trabas y las críticas, y matriculen a sus hijos en la clase de Religión.
Las constantes trabas que encuentran muchas familias para matricular a sus hijos en la asignatura de Religión no son ninguna novedad.
Por eso, los obispos españoles están empeñados en reconocer el valor de aquellos padres y alumnos que no se arredran ante los obstáculos de la Administración, y rara es la semana en que algún pastor diocesano no pone en valor la riqueza de esta materia para la educación integral de los menores.


El último en hacerlo ha sido el obispo de Huesca y de Jaca, monseñor Julián Ruiz Martorell, también miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y de la Subcomisión Episcopal de Catequesis de la Conferencia Episcopal.
En su próxima Carta Pastoral, el prelado oscense confecciona los 12 motivos esenciales «por lo que es oportuno y aconsejable apuntar a los estudiantes en la clase de Religión» y anima a los padres a hacerlo. El obispo oscense, que habla español, italiano, francés, lee alemán y conoce bien el latín, el griego, el hebreo y el arameo, no escatima en argumentos relativos a la cultura y a la formación integral de la persona para explicar la importancia de esta enseñanza.

Los 12 motivos del obispo.

  1. «La clase de Religión contribuye a crecer por dentro porque establece los cimientos de una personalidad sólida, equilibrada, abierta a la trascendencia, en la totalidad de las dimensiones que integran el ser humano», explica el prelado oscense en su escrito.
  2. Se trata de una materia que «presenta una panorámica global del fenómeno religioso, que aparece en todas las culturas, como experiencia de humanización».
  3. «En un contexto de convivencia, de respeto y de ayuda recíproca, la clase de Religión contribuye a conocer la historia común, a ver la sociedad con mirada lúcida, atenta y comprometida, e impulsa a construir relaciones basadas en principios firmes», afirma monseñor Ruiz Martorell.
  4. La clase de Religión «permite ahondar en la búsqueda de las respuestas que inquietan a toda la humanidad, avanzar en el conocimiento propio, en la capacidad de establecer vínculos con los demás».
  5. Además, «estimula a conocer el pensamiento y las obras de aquellas personas que han dejado una huella profunda en el surco de la historia. Presenta, sin prejuicios, a quienes han significado, con su vida, su trabajo y su testimonio, un enriquecimiento para toda la humanidad».
  6. También «abre el horizonte para la comprensión de la cultura en sus expresiones artísticas. A lo largo de los siglos se han ido produciendo manifestaciones en el terreno de la literatura, la escultura, la pintura, la arquitectura, la música, las artes escénicas, el cine, etc., cuyas claves solamente se pueden comprender desde un fundamento religioso. Así se aprende a saber para saborear», explica el obispo.
  7. Según constata el prelado, la clase de Religión «favorece una personalización de la relación y del encuentro. Estimula la colaboración más que la competitividad. Apunta hacia el impulso recíproco en lugar de la rivalidad. Anuncia y promueve una convivencia abierta y serena».
  8. «Contribuye al crecimiento en libertad y al robustecimiento de la libertad», destaca en su escrito.
  9. «Anima la creatividad y no solamente la receptividad. Supera la pasividad e invita al trabajo activo, compartido y solidario».
  10. Asimismo, recibir esta enseñanza «compromete en la cultura de la paz. Acompaña a los estudiantes para que sean dignos de la paz, receptores de la paz y constructores de la paz».
  11. Del mismo modo, «favorece una comprensión más completa de los grandes acontecimientos de la vida y de las grandes realidades de la naturaleza».
  12. Y por último, «subraya el valor de la persona, estimula en el deber de respetarla y protegerla, desde la igualdad fundamental de todos los seres humanos».
La experiencia de miles de personas.

No obstante su extenso argumentario, monseñor Ruiz Martorell reconoce que «se pueden añadir muchos más motivos», y apela a la propia experiencia de miles de españoles: «Los adultos somos testigos de los valores y principios que hemos recibido en clase de Religión, de las experiencias que hemos vivido, del caudal de vida que hemos compartido. En la clase de Religión se amplía el horizonte de los conocimientos y se ensancha la capacidad de comprensión de los acontecimientos. Se aprende a mirar con ojos nuevos y a colaborar en la construcción de una sociedad más justa y más generosa».
Motivos que llevan al obispo de Huesca y de Jaca a dar un rotundo «Sí a la clase de Religión», que es como titula su carta.
Como ejemplo de las trabas que se ponen a la clase de Religión, vean el siguiente vídeo: Diario El Prisma en algunos colegios de Barcelona.

Los cuernos de Moisés

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¿No se ha preguntado Vd. nunca por qué el Moisés de Miguel Angel tiene cuernos? …los famosos cuernos que exhibe la magnífica estatua que del liberador de los judíos del yugo egipcio realiza el gran artista florentino, la cual puede Vd. admirar en Roma en la tumba de JulioII de la iglesia de San Pietro in Vincoli.

Pues bien, la respuesta es muy sencilla: porque así lo dice la Biblia, -concretamente el libro del Exodo-, cuando narra el episodio en el que Moisés recibe las tablas de la Ley por segunda vez (porque Dios se las da dos veces), al que la Vulgata de San Jerónimo pone este colofón: Luego, Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas del Testimonio en su mano. Al bajar, no sabía que su rostro tenía cuernos, por haber hablado con Yahvé (Ex. 34, 29).

Versículo sobre el que en la Biblia de Jerusalén, nos encontramos esta nota a pie de página: “Los versículos 29-35 son de origen dudoso. Refieren una tradición sobre la irradiación del rostro de Moisés, expresada por el verbo qaran, derivado de queren “cuerno”, de donde la traducción literal de la Vulgata“su rostro tenía cuernos””.

De acuerdo con lo cual, la traducción que del texto hace la misma Biblia de Jerusalén, aunque separándose en ello de la Vulgata, es la siguiente: Luego, Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas del Testimonio en su mano. Al bajar, no sabía que la piel de su rostro se había vuelto radiante, por haber hablado con Yahvé (Ex. 34, 29).

Ahora bien, no es Miguel Angel el único artista que retrata a Moisés de semejante manera. Por no ser ni siquiera es el primero. De parecida guisa lo contemplamos en las ilustraciones de la paráfrasis bíblica escrita por el monje Aelfric de Eynsham, de principios del s. XI, según algunos la representación más antigua de Moisés con cuernos, o en los famosos frescos de la iglesia Keldby, en la isla de Møn, en Dinamarca, realizados entre los siglos XIII y XV; o en las esculturas de la Cartuja (Charteuse) de Champmol, cerca de Dijon; o en la estatua que realiza Giovan Maria Morlaiter hacia 1750.

La de los cuernos de Moisés no es, sin embargo, la única anécdota divertida debida a las traducciones que San Jerónimo hizo de la Biblia al trasladarla del griego al latín, sino que puede conocer alguna otra no menos divertida pinchando aquí.
(Fuente: http://www.religionenlibertad.com/no-se-ha-preguntado-vd-nunca-por-que-el-moises-de-43886.htm).

Tres claves sencillas para entender la Eucaristía

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¿Qué tan común es para usted distraerse durante la Misa? ¿Le gustaría poder entender y vivir de forma más plena esta celebración? Con el fin de dar respuesta a este tipo de interrogantes, y enseñar a los fieles de una manera cercana la importancia de los sacramentos, sobre todo la Eucaristía y la Reconciliación, el sacerdote Ricardo Reyes Castillo viaja por el mundo dando conferencias y publicando libros como “Me dejé seducir” y “Cartas entre Cielo y Tierra”.

En su visita a Chile, el sacerdote de la diócesis de Roma y doctor en Sagrada Liturgia del Pontificio Ateneo San Anselmo, conversó con ACI Prensa y dio tres consejos para comprender la Santa Misa.

Eucaristía: Un encuentro con Dios.
Lo primero a tener en cuenta, dijo el sacerdote, es que los sacramentos son“instrumentos de Dios” para encontrarse en intimidad con Él.
La Misa es una relación, es ante todo un encuentro, un estar con Dios, es dialogar y nuestra alma necesita estar con Dios, ver si Él existe para poder encontrar una respuesta a nuestra vida, a nuestros sufrimientos, a nuestras luchas. El hombre necesita constantemente este diálogo, ver que no está sólo, experimentar a Alguien que le habla y le sugiere por dentro”.
“Por eso, decimos que los sacramentos son acción del Espíritu Santo, el Paráclito, el Abogado, el Consolador, Aquél que nos sugiere, nos defiende, nos consuela… Nosotros necesitamos encontrarnos con Él”, expresó el P. Reyes.  



Eucaristía: Un misterio Pascual.
El sacerdote comentó que cada Eucaristía “es un misterio pascual donde Dios quiere mostrar su amor (…) Ese misterio es manifestación de su belleza, que comienza a darle sentido a nuestra vida”.
Asimismo, “cada Eucaristía hace presente el pasar de Cristo de la muerte a la vida. Cada Eucaristía nos hace experimentar que con Cristo es posible pasar de un evento de sufrimiento a la luz de la Resurrección”, enfatizó el P. Reyes.
“Por eso, la Eucaristía comienza con el acto penitencial, el reconocer nuestras faltas,nuestra condición de vacío para poder ser llenados por el Amor”.
El sacerdote resaltó que “la Eucaristía es pasar de la esclavitud a la libertad. Nosotros, todos, necesitamos constantemente experimentar que con Cristo es posible ya, ser libres de amar aquí en la Tierra y de darnos a la vida”, comentó el doctor en liturgia.

Eucaristía es maravillarse.
Los sacramentos y la Eucaristía “son canales de gracias a través de los cuales los cristianos tocan el cielo y eso les permite vivir como cristianos”.
El sacerdote explicó que “la Eucaristía es perdón, es amor, es poder estar con Cristo. Es el encuentro entre nuestra miseria y su misericordia. Eso causa en nosotros maravillas. Si yo me considero frágil incapaz de amar y me siento visitado por el Amor, entonces mi vida viene transformada y eso me abre a ver cosas mayores, cosas más grandes”.
La Eucaristía es el encuentro con esa maravilla que es el Cielo que se abre sobre la tierra”, remarcó.

Santoral mes de octubre

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Continuamos con la labor d edar a conocer el santoral de todo el año. En esta ocasión el relacionado con el mes de octubre. Tomamos como base el artículo publicado en su día: http://eredelosdragos.blogspot.com.es/2015/08/santoral.html el cual nos pone en situación de los elementos esenciales que siempre hemos de tener en cuenta.
Pinchando sobre los distintos nombres de los santos y santas escritos a continuación hallaremos información sobre:
Significado de sus nombres.
Biografía breve.
Datos más destacables de estas personas declaradas oficialmente santas.
Otros santos/as que también se celebran ese día.
Anotamos cada santo o santa en el día en que se celebran:
  1. San Remigio.
  2. Ángeles custodios (Ángel).
  3. San Gerardo.
  4. San Francisco de Asís.
  5. Santa Flor o Santa Flora.
  6. San Bruno y Santa Brunilda.
  7. Ntra. Sra. del Rosario (Rosario).
  8. Santa Brígida y San Ambrosio.
  9. San Dionisio.
  10. Santo Tomás.
  11. Santa Soledad y Santa Begoña.
  12. Ntra. Sra. del Pilar (Pilar).
  13. San Eduardo.
  14. San Calixto.
  15. Santa Teresa de Jesús.
  16. San Florentino.
  17. San Ignacio de Antioquía.
  18. San Lucas.
  19. San Diego y San Odín.
  20. Santa Irene de Portugal.
  21. Santa Samara.
  22. Santa Salomé.
  23. San Germán.
  24. San Antonio Mª Claret.
  25. San Lucio y San Frutos.
  26. San Darío.
  27. Santa Minerva y San Vicente.
  28. San Cirilo y Santa Leticia.
  29. Santa Venus y San Maximiliano.
  30. Santa Irene.
  31. San Alonso.
PARA AMPLIAR O CONTRASTAR:

Santo Rosario: su origen y su historia

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‘La piedad medieval en la Iglesia Latina desarrolló el Rosario como sustituto popular de la Oración Litúrgica de las Horas’.
Catecismo Católico.

Presentación.

Entre las devociones con que el pueblo católico honra a la Virgen María sobresale la del Santo Rosario. Múltiples son las razones de esta afirmación debido a las profundas raíces del Rosario en el alma del pueblo cristiano: para orar por un difunto, para pedir por una necesidad, para ejercitar la oración en familia, etc.
El Santo Rosario tiene una base escriturística amplia y sólida ya que sus misterios y oraciones están tomados de textos bíblicos; es un resumen del Nuevo Testamento. Difícilmente se puede encontrar una síntesis más armónica de oración mental y vocal que el Rosario. En él se ora con los labios, se medita con la mente y se ama con el corazón. La historia de la salvación está perfectamente presentada en sus momentos culminantes en los misterios del Santo Rosario.

El Avemaría.

Hasta finales del siglo XII no hay nada destacable sobre el rezo del Avemaría. Las homilías de los Santos Padres y los cánones de los Concilios recomendaron mucho la recitación del símbolo de la fe, el Credo, y la oración dominical, pero el Avemaría no aparece recomendada hasta finales de dicho siglo. A veces se encuentran citados casos esporádicos sobre el rezo del Avemaría en aquella época.
San Pedro Damián (1007-1072) narra el caso de un religioso que todos los días iba ante el altar de la Virgen y le cantaba la salutación angélica. En la crónica de San Bartolomé de Carpineto se lee que el monje Oliverio murió recitando la salutación angélica, lo cual también consta de otro monje, Reinaldo de Clairvaux, en tiempos de San Bernardo, que tenía sus delicias en repetirla. San Ayberto, que murió en la primera mitad del siglo XII, recitaba cada día cincuenta Avemarías. Y así otros casos más.
Solamente hay una disposición de carácter general, en que Eudes de Sully, obispo de París en 1298, ordena a los presbíteros que se enseñe y sea aprendido por los fieles el rezo del Padrenuestro, el Credo y la ‘salutación’ a la Bienaventurada Virgen María. Se desconoce el efecto que esto tuvo en la Diócesis de París, pero se diría que el terreno se iba haciendo propicio para el rezo del Avemaría. Como puede verse, el rezo del Avemaría no era usual, sino esporádico.

Santo Domingo de Guzmán.

Domingo de Guzmán (1170-1221) era un monje español oriundo de Caleruega, en la provincia de Burgos, quien viajó al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia Católica por la herejía albigense, la cual enseña que, según los albigenses, existen dos dioses, uno del bien y el otro del mal. El bueno creó todo lo espiritual y el malo lo material. También negaban todos los Sacramentos, así como que María es la Madre de Dios.
Domingo trabajó por años entre los albigenses y dio inicio a la Orden religiosa de los Dominicos en un convento que se encontraba en Proville, junto a una capilla que dedicó a la Santísima Virgen. Fue precisamente en esa capilla en donde Domingo le suplicó a la Virgen María que le ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada.
También fue en la misma capilla donde la Virgen se apareció a Santo Domingo y le enseñó a rezar el Rosario. Le dijo que propagara esta devoción y que la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la fe. Santo Domingo salió de la capilla lleno de celo, predicó el rezo del Rosario con gran éxito, por lo que muchos albigenses volvieron a la fe católica.
Santo Domingo se dirigió entonces a la Catedral de Toulouse, donde al sonar las campanas le gente se reunió para escucharle. Cuando Domingo iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y truenos, y un viento muy fuerte lo cual hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral alzaba tres veces los brazos hacia el cielo. Entonces Domingo empezó a rezar el Avemaría y la tormenta terminó.
En otra ocasión, Santo Domingo dio un sermón en la Iglesia de Nôtre Dame de París, pero antes de empezar rezó el Rosario y, en lugar del sermón, habló de la devoción del Santo Rosario. La gente ahí presente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y así dejar atrás sus malos hábitos.
Santo Domingo de Guzmán murió en 1221, después de una vida dedicada a predicar y a hacer popular la devoción del Rosario entre gente de todas las clases sociales.

El Santo Rosario.

En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas las estatuas que representaban a sus dioses, como símbolo de ofrecimiento de sus corazones.
Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo romano con su cabeza adornada por una corona de rosas, como símbolo de la entrega de sus corazones al ir al encuentro con Dios. Por la noche los cristianos recogían las coronas y, por cada rosa, recitaban una oración por el eterno descanso del alma de las mártires.
Por todo ello, la palabra ‘Rosario’ significa ‘corona de rosas’, pero en este caso dedicada a la Virgen María.
El rezo del Santo Rosario mantuvo su fervor por cien años después de la muerte de Santo Domingo y empezó a ser olvidado. Hasta que en 1349 hubo en Europa una terrible epidemia de peste a la que se le llamó ‘la peste negra’, en la que murieron miles de personas. Fue entonces cuando el fraile Alan de la Roche, superior de los dominicos en la misma provincia de Francia en donde había comenzado la devoción del Rosario, tuvo una aparición en la cual Jesús, la Virgen María y Santo Domingo le pidieron que reviviera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario.
El padre Alan comenzó esta labor de propagación junto con todos los frailes dominicos. Ellos le dieron la forma que tiene actualmente, con la debida aprobación eclesiástica. A partir de entonces, esta devoción se extendió por toda la Iglesia.

La institución de la festividad del Santo Rosario.

El 7 de octubre de 1571 tuvo lugar la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos derrotaron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla su religión podía peligrar, y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen.
El PapaPío V pidió entonces a los cristianos rezar el Rosario por el éxito de la flota cristiana. En Roma estaba el Papa despachando diversos asuntos cuando, de repente, se levantó y anunció que la flota cristiana había salido victoriosa, por lo que ordenó el toque de campanas y una procesión. Días más tarde llegaron a Roma los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano.
A pesar de que Pío V había instituido la festividad de ‘Nuestra Señora de las Victorias’ el 7 de octubre, un año más tarde el Papa Gregorio XIII cambió el nombre de la festividad por el de ‘Nuestra Señora del Rosario’ y determinó que se celebrase el primer domingo de octubre de cada año. Actualmente esta festividad se celebra cada 7 de octubre, aunque algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes de octubre,

El Rosario como objeto devocional.

Es obvio que en tiempos de Santo Domingo no existía el Rosario como objeto devocional tal como lo conocemos hoy. No obstante existía un tipo de ‘contador’ para el rezo del Padrenuestro y de las Avemarías, que llevaba las cuentas a la vista.
Tal ‘contador’ era muy usado por los dominicos, pero es de uso anterior a la fundación de la Orden y figuraba en estatuas y en sepulcros, aunque con diez o doce cuentas solamente. Estas cuentas eran corredizas y otras estaban formadas por nudos, llamados ‘hilos de cuentas’. Ambas fueron usadas para el rezo del Rosario, ya que éste no tuvo su propio objeto devocional hasta que se estableció ya la fórmula rosariana. Actualmente el objeto devocional del Rosario tiene cincuenta y nueve cuentas, entre las del Credo (1), las Avemarías (53) y los Padrenuestros (5).

El rezo del Santo Rosario.

Como dijimos antes, el rezo arrodillado del Santo Rosario era una práctica legislada por el propio fundador de la Orden de los Dominicos, Santo Domingo. Pero no sólo con él florece y se extiende el rezo del Ave María, sino que va a florecer en forma de ‘quincuagenas’, que es el número de cuentas del Rosario ya en su primera época. Las genuflexiones que se hacían y a las que se acompañaba por lo general el rezo del Ave María, era normalmente de cincuenta cuentas o múltiplos de este número.
En la actualidad el rezo del Santo Rosario se efectúa del siguiente modo:
La oración recomendada por la Virgen en su aparición en Fátima para rezarla después del Gloria de cada uno de los cinco misterios es:
‘Oh Jesús, perdona nuestras culpas. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de tu misericordia. Amén.’

Los misterios del Rosario y el día aconsejado para rezarlos son:

Cada grupo de misterios tiene cinco misterios individuales, de acuerdo al significado del grupo. Al final de los misterios se rezan las Letanías de la Santísima Virgen, lo cual constituye el final del rezo del Rosario.

El Rosario y los Pontífices.

A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del Rosario, e incluso se han otorgado indulgencias.
El Papa dominico San Pío XI (1566-1572) dio el encargo a su congregación de propagar el rezo del Santo Rosario. Su Santidad León XIII (1878-1903) escribió doce encíclicas referentes al Rosario, por lo cual mereció el título de ‘El Papa del Rosario’.
Ya en el siglo XX Su Santidad Juan Pablo II insistió en el rezo del Rosario en familia, en grupos e incluso en privado. Pidió que se invitara a todos a rezarlo y a no temer el compartir tan hermosa devoción, que es una catequesis de la fe.

Conclusión.

La importancia del rezo del Rosario como medio eficaz para los creyentes, ha sido confirmada no sólo por los Pontífices, sino por la propia Virgen María. Es la oración de los sencillos y de los grandes, y está al alcance de todos, en todo tiempo y lugar.
El Santo Rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial. En Lourdes la Virgen llevaba un Rosario en las manos cuando se le apareció a Santa Bernadette. Y también llevaba un Rosario cuando se apareció a los tres pastorcillos de Fátima, en donde ella misma les reveló a los niños su propio título: Nuestra Señora del Rosario.

Santoral mes de noviembre

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Vamos con el mes de noviembre. Tomamos como base el artículo publicado en su día: http://eredelosdragos.blogspot.com.es/2015/08/santoral.html el cual nos pone en situación de los elementos esenciales que siempre hemos de tener en cuenta.
Pinchando sobre los distintos nombres de los santos y santas escritos a continuación hallaremos información sobre:
Significado de sus nombres.
Biografía breve.
Datos más destacables de estas personas declaradas oficialmente santas.
Otros santos/as que también se celebran ese día.
Anotamos cada santo o santa en el día en que se celebran:
  1. San Marcelo y Día de Todos los Santos.
  2. San Tobías.
  3. Santa Silvia.
  4. San Carlos.
  5. Santa Isabel y Santa Elisa.
  6. Santa Beatriz y San Leonardo.
  7. San Ernesto.
  8. San Severiano y San Deodato.
  9. San Teodoro.
  10. San Modesto.
  11. San Martín.
  12. San Aurelio.
  13. San Leandro.
  14. San Serapión.
  15. San Eugenio.
  16. Santa Margarita.
  17. San Dionisio.
  18. San Román.
  19. San Crispín.
  20. San Gregorio.
  21. San Celso.
  22. Santa Cecilia.
  23. San Clemente.
  24. Santa Flora.
  25. San Erasmo.
  26. Santa Milagros.
  27. San Virgilio.
  28. San Honesto y San Julio.
  29. San Saturnino.
  30. San Andrés.
PARA AMPLIAR Y CONTRASTAR:

Santoral mes de diciembre

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Vamos con el mes de diciembre. Tomamos como base el artículo publicado en su día: http://eredelosdragos.blogspot.com.es/2015/08/santoral.html el cual nos pone en situación de los elementos esenciales que siempre hemos de tener en cuenta.
Pinchando sobre los distintos nombres de los santos y santas escritos a continuación hallaremos información sobre:
Significado de sus nombres.
Biografía breve.
Datos más destacables de estas personas declaradas oficialmente santas.
Otros santos/as que también se celebran ese día.
Anotamos cada santo o santa en el día en que se celebran:
  1. San Eloy.
  2. San Eusebio.
  3. San Javier.
  4. San Bernardo y Santa Bárbara.
  5. San Dalmacio.
  6. San Emiliano y San Nicolás.
  7. San Ambrosio.
  8. Inmaculada Concepción.
  9. Leocadia.
  10. Ntra. Sra. de Loreto (Loreto).
  11. San Daniel.
  12. Ntra. Sra. de Guadalupe (Guadalupe).
  13. Santa Lucía.
  14. San Nicasio.
  15. San Fortunato.
  16. Santa Adelaida.
  17. Santa Yolanda.
  18. Ntra. Sra. de la Esperanza (Esperanza) y Santa Irma.
  19. San Darío y Santa Eva.
  20. Santo Domingo.
  21. Santo Tomás.
  22. San Honorato.
  23. Santa Victoria.
  24. Santa Belén.
  25. Natividad de Jesús (Natividad) y Santa Noelia.
  26. San Esteban.
  27. Santa Fabiola.
  28. San Cástor.
  29. San David.
  30. Santa Paz y San Raúl.
  31. San Silvestre.
PARA AMPLIAR Y CONTRASTAR:

Historicidad de Jesús (Iª parte)

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El cristianismo sin Jesucristo no tendría sentido alguno, obviamente. Así que para conocer con detalle la esencia del cristianismo hay que conocer en esencia "Quien es y está en la fuente" de todos los pasos que tratan de seguir los del Maestro.
Cierto que Jesús de Nazaret nació judío y murió siendo judío pero a los judíos que seguían sus enseñanzas y trataban de vivir de acuerdo con las actitudes de Jesucristo se les llamó por eso mismo "cristianos". Mas... ¿existió realmente Jesucristo?.

Las referencias históricas no cristianas sobre Jesús de Nazaret complementan a los evangelios, y al resto de los libros del Nuevo Testamento y de los escritos cristianos apócrifos. Hay cierto número de posibles referencias a Jesús, aunque la mayoría de ellas manifiestan problemas vinculados a la autenticidad y a la interpretación. La alusión directa más antigua no cristiana a Jesús llamado Cristoaunque se afirma que puede tratarse de una interpolación posterior, pero manteniéndose un núcleo auténtico), se encuentra en la obra de Flavio Josefo Antigüedades judías (escrita hacia los años 93-94), más de medio siglo después de la muerte de Jesús (alrededor de 30). Todavía en el siglo II las menciones son pocas. Ninguna de ellas aporta información sustancial para conocer la vida o el mensaje de Jesús de Nazaret, pero sí sirven para documentar su existencia histórica. Mucha información se perdió durante la prohibición del cristianismo primitivo y el incendio de Jerusalén.
Jesús aparece mencionado en repetidas ocasiones en obras de escritores romanos como Tácito, Suetonio, Flavio Josefo y Plinio el Joven. The New Encyclopaedia Britannica (1995) afirma: «Estos relatos independientes demuestran que en la antigüedad ni siquiera los opositores del cristianismo dudaron de la historicidad de Jesús, que comenzó a ponerse en tela de juicio, sin base alguna, a finales del siglo XVIII, a lo largo del XIX y a principios del XX».

Flavio Josefo.

Las Antigüedades judías son una crónica del historiador judeorromano Flavio Josefo que narra la historia del pueblo judío de una manera razonablemente completa. Los intereses de Flavio Josefo —entre ellos, ganar la simpatía de Roma hacia los judíos— lo llevan, sin embargo, a minimizar las noticias que pudieran resultar conflictivas.
Josefo no menciona a los líderes del pequeño grupo de cristianos (Pedro y Pablo) ni a María, la madre de Jesús. Sin embargo, dos párrafos tratan directamente de Jesús:
En el capítulo 18, párrafos 63 y 64 se encuentra un texto denominado tradicionalmente testimonio flaviano (Antigüedades judías):
Por aquel tiempo existió un hombre sabio, llamado Jesús, [si es lícito llamarlo hombre], porque realizó grandes milagros y fue maestro de aquellos hombres que aceptan con placer la verdad. Atrajo a muchos judíos y a muchos gentiles. [Era el Cristo.] Delatado por los principales de los judíos, Pilato lo condenó a la crucifixión. Aquéllos que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo, [porque se les apareció al tercer día resucitado; los profetas habían anunciado éste y mil otros hechos maravillosos acerca de él.] Desde entonces hasta la actualidad existe la agrupación de los cristianos”.
La autenticidad del fragmento ha sido cuestionada filológicamente e historiográficamente. Aunque no faltan quienes defienden la autenticidad de este texto, la mayoría de los historiadores y filólogos no consideran que sea totalmente auténtico, al estar plagado de interpolaciones cristianas; manteniéndose, sin embargo, un núcleo escrito por Josefo. 9 16 17 18 19 20.

En el capítulo 20 se menciona indirectamente a Jesús al relatar la muerte de su hermano Jacobo Santiago (contracción del latín Sanct’ Iagus, esto es, san Jacobo):
"Ananías era un saduceo sin alma. Convocó astutamente al Sanedrín en el momento propicio. El procurador Festo había fallecido. El sucesor, Albino, todavía no había tomado posesión. Hizo que el sanedrín juzgase a Santiago, el hermano de Jesús, [llamado Cristo] y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la ley y los entregó para que fueran apedreados".
(Antigüedades judías, 20:9:1).
Esta cita ayuda a datar la muerte de Santiago, hermano de Jesús, en el año 62. El texto del capítulo 20 es filológica e historiográficamente más consistente que el testimonio flaviano. Coincide formalmente con el estilo de Josefo, y parece poco probable una interpolación cristiana por la falta de énfasis hagiográfico.
De este segundo texto se discute si es una interpolación el texto entre corchetes, aunque, siguiendo al profesor Antonio Piñero, la mayoría de los historiadores y filólogos se inclinan por su autenticidad porque Josefo cita en su libro a muchos personajes de nombre Jesús y no parece extraño que añadiese algo al nombre para distinguirlo.

En otro pasaje (Antigüedades judías 18:5:2) se hace referencia a la muerte de Juan el Bautista a manos de Herodes, pero sin mencionar su relación con Jesús.
Se supone que este párrafo ha sido interpolado, probablemente por un lector cristiano que añadió al manuscrito original una nota marginal, incorporada luego en el texto. La suposición se basa sobre todo en la observación de que el pasaje interrumpe el relato, que prosigue en el párrafo siguiente, y que la caracterización de Jesús está redactada en términos que sólo pudo haber empleado un cristiano (especialmente por la afirmación de que Jesús era el Mesías, algo que no pudo decir nunca Josefo, quien siempre se mantuvo en la fe judía). Pero en 1972 el profesor Schlomo Pines, de la Universidad Hebrea en Jerusalén, anunció su descubrimiento de un manuscrito árabe del historiador melquita Agapio, del siglo décimo, en el que el pasaje de Josefo queda expresado de una manera apropiada para un judío, y que se corresponde de una forma tan estrecha a las anteriores proyecciones hechas por eruditos acerca de lo que Josefo habría escrito originalmente. El texto de Agapio es el siguiente:
En este tiempo existió un hombre de nombre Jesús. Su conducta era buena y era considerado virtuoso. Muchos judíos y gente de otras naciones se convirtieron en discípulos suyos. Los convertidos en sus discípulos no lo abandonaron. Relataron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Según esto fue quizá el mesías de quien los profetas habían contado maravillas”.
(Agapio. Siglo X).
PARA AMPLIAR:

PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
Para quien no quiera creer no le bastarán millones de pruebas científicas, por supuesto tampoco este artículo y las propuestas "para ampliar", y quien ya cree en Jesucristo no necesita este escrito ni ningún otro.
Sea como fuere, ofrecemos aquí este artículo -y otros que vendrán más tarde- para aportar al menos cuestiones más que interesantes que nos pueden acercar un poco más al conocimiento del "Jesús histórico".
  • ¿En qué te ha servido este artículo?.
  • ¿Qué razones puede haber en la obsesión de algunos por negar la historicidad de Jesús de Nazaret?.
  • ¿Qué razones hallamos también para mantener siempre el diálogo con todos -creyentes y no creyentes- y la búsqueda del conocimiento de Jesús?.

Santoral mes de enero

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Vamos con el mes de enero. Tomamos como base el artículo publicado en su día: http://eredelosdragos.blogspot.com.es/2015/08/santoral.html el cual nos pone en situación de los elementos esenciales que siempre hemos de tener en cuenta.
Pinchando sobre los distintos nombres de los santos y santas escritos a continuación hallaremos información sobre:
Significado de sus nombres.
Biografía breve.
Datos más destacables de estas personas declaradas oficialmente santas.
Otros santos/as que también se celebran ese día.
Anotamos cada santo o santa en el día en que se celebran:
  1. Jesús y Manuel.
  2. San Basilio.
  3. Santa Genoveva.
  4. San Aquilino.
  5. San Telesforo.
  6. Reyes (Epifanía).
  7. San Raimundo.
  8. San Luciano.
  9. San Eulogio.
  10. San Agatón.
  11. San Higinio.
  12. San Nazario.
  13. San Hilario.
  14. Santa Benita o Benedicta.
  15. San Macario.
  16. San Fulgencio y San Marcelo.
  17. San Antonio.
  18. Santa Beatriz.
  19. San Mario.
  20. San Sebastián.
  21. Santa Inés.
  22. San Anastasio.
  23. San Ildefonso.
  24. San Francisco.
  25. Santa Elvira.
  26. Santa Paula.
  27. Santa Águeda.
  28. Santo Tomás y San Julián.
  29. San Valero.
  30. Santa Martina.
  31. Santa Marcela.
PARA AMPLIAR O CONTRASTAR:

Historicidad de Jesús (IIª parte)

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Otros autores no-cristianos que hicieron mención a Jesús de Nazaret, a sus enseñanzas y sus seguidores:

Plinio el Joven.

Plinio el Joven, entre los años 100 y 112 d.C. escribió una carta al emperador Trajano preguntándole acerca de cómo debía conducirse hacia los cristianos, y las medidas que como gobernador tomó contra ellos (Plin. J., Epist. X, XCVI, C. Plinius Traiano Imperatori), especialmente parágr. 5, 6 y 7:
5 praeterea male dicerent Christo... 6 quoque omnes et imaginem tuam deorumque simulacra venerati sunt et Christo male dixerunt... 7 quod essent soliti stato die ante lucem convenire, carmenque Christo quasi deo dicere...
5...Y que además maldijeran a Cristo... 6 Éstos todos veneraron tu imagen y las efigies de los dioses, y maldijeron a Cristo... 7 (dijeron) que acostumbran reunirse al amanecer y cantan un himno a Cristo, casi como a un dios). (En Wikisource se puede ver el texto traducido al castellano).
Este testimonio deja claro que se transmite literalmente de las declaraciones, reafirmaciones o retractaciones de los propios imputados de cristianismo, y en él un magistrado romano se hace eco tres veces de Cristo como persona real y objeto de culto de una secta.

Tácito.

Tácitoaporta otra referencia histórica en el año 116 ó 117:
Ergo abolendo rumori Nero subdidit reos et quaesitissimis poenis adfecit, quos per flagitia invisos vulgus Chrestianos appellabat. Auctor nominis eius Christus Tibero imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicio adfectus erat; repressaque in praesens exitiabilis superstitio rursum erumpebat, non modo per Iudaeam, oríginem eius mali, sed per urbem etiam, quo cuncta mundique atrocia aut pudenda confluunt celebranturque.
Por lo tanto, aboliendo los rumores, Nerón subyugó a los reos y los sometió a penas e investigaciones; por sus ofensas, el pueblo, que los odiaba, los llamaba “cristianos”, nombre que toman de un tal Cristo, que en época de Tiberio fue ajusticiado por Poncio Pilato; reprimida por el momento, la fatal superstición irrumpió de nuevo, no sólo en Judea, de donde proviene el mal, sino también en la metrópoli [Roma], donde todas las atrocidades y vergüenzas del mundo confluyen y se celebran. (Anales, 15:44:2-3).
Aunque la autenticidad del texto de Tácito no ha sido cuestionada, numerosos autores han indicado que se desconocen sus fuentes. Se ha barajado la posibilidad de que se basara en Plinio el Joven o en las confesiones de los propios cristianos frente a la persecución policial. El fragmento aparece en el contexto de una larga diatriba contra los males del gobierno de Nerón, y se ha indicado que el interés de Tácito no estaba en el fenómeno cristiano en sí mismo, sino en la crítica al emperador. A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía (Hch 11,26.) Es posible que este nombre ya se usara en el año 44 E.C., cuando ocurrieron los acontecimientos narrados en este relato del libro de los Hechos, aunque la estructura gramatical del texto no lleva necesariamente a esa conclusión. Algunos creen que esta denominación se originó poco tiempo después. En todo caso, es probable que el término ya fuera utilizado cuando se escribió el libro de Hechos de los Apóstoles, ya que su autor lo pone en labios del rey Agripa II: Por poco me convences de hacerme cristiano. (Hch 26,28)

Suetonio y los cristianos.

El historiador romano Suetonio (c. 69–c. 122) hace referencia a los primeros cristianos y una posible referencia a su fundador en su obra Vidas de los Doce Césares.
Una declaración en Divus Claudius 25 involucra las agitaciones de la comunidad judía de Roma que condujeron a su expulsión de la ciudad por Claudio en el año 49, y puede ser el mismo evento mencionado en los Hechos de los Apóstoles (Hechos 18,2). Los eruditos están divididos sobre el valor de esta referencia en la biografía de Claudio. Algunos estudiosos la consideran una referencia probable a Jesús, mientras que otros la ven como una referencia a una persona por lo demás desconocida que vivía en Roma. Louis Feldman afirma que la mayoría de los estudiosos suponen que la referencia de Jesús se sobreentiende y que las perturbaciones mencionadas se debieron a la difusión del cristianismo en Roma.
El pasaje Nero 16 se refiere a una serie de decisiones de Nerón para el orden público, uno de las cuales es el castigo de los cristianos. Estos castigos son generalmente datados en alrededor del año 64 d. C., el año del gran incendio de Roma. En este pasaje de Suetonio describe el cristianismo como una superstición (superstitio) al igual que sus contemporáneos, Tácito y Plinio.
Los historiadores debaten si el gobierno romano distinguía entre los cristianos y los judíos antes de la modificación de Nerva del Fiscus judaicus en el año 96. A partir de entonces, los judíos practicantes pagaron el impuesto, los cristianos no lo hicieron. 
Gayo Suetonio Tranquilo (75-160), escribió alrededor del 120 que el emperador Claudio expulsó de Roma a judíos instigados por un tal 'Chrestus':
Iudaeos, impulsore Chresto, assidue tumultuantis Roma expulit.
A los judíos, instigados por Chrestus, los expulsó de Roma por sus continuas revueltas.
(Vit. Caes., Claud., 25).
Algunos estudiosos dieron por sentado que el nombre 'Chrestus' equivale a 'Cristo' y que la diferencia reside simplemente en un problema ortográfico; sin embargo, se trata apenas de una presunción. Chrestus es un nombre común en la Roma imperial, atestiguado en lápidas e inscripciones; en latín significa «buen hombre», «íntegro», «útil», pero también se podía usar en el sentido peyorativo de «simple», «ingenuo», «tonto», y los mismos que defienden esta hipótesis arriesgan que era un apelativo aplicado a los esclavos (entre los que la doctrina cristiana supuestamente tenía más éxito).
Pero Suetonio dice que el emperador expulsó a judíos, no a cristianos, y Chrestus en el texto aparece como un revoltoso en Roma de alrededor de los años 50 y no un predicador de los 30s en Israel. Más allá del nombre, no parece haber relación entre 'Chrestus' y 'Cristo'.
Años más tarde Suetonio escribió, en una lista de las actividades realizadas por Nerón:
Multa sub eo et animadversa severe, et coercita, nec minus instituta [...]
afflicti suppliciis Christiani, genus hominum superstitionis novae ac maleficae.
Bajo éste [su reinado] se reprimieron y castigaron muchos abusos, dictándose reglamentos muy severos [...]
Nerón infligió suplicios a los cristianos, un género de hombres de una superstición nueva y maligna.
(De Vita Caesarum. Nero, XVI.2).

La carta de Mara Bar-Serapion.

En un manuscrito siriaco del siglo VII, que se encuentra actualmente en el Museo Británico de Londres, se recoge una carta de un tal Mara Bar-Serapion. La escribe desde la cárcel a su hijo, exhortándole a buscar la sabiduría. No hay acuerdo sobre la antigüedad de la carta, pero la mayoría de los estudiosos la fechan en la primera mitad del siglo II o incluso en el último cuarto del siglo I. Otros estudiosos afirman que fue escrita en el siglo III. En la carta hay una referencia a un «rey sabio», que ha sido interpretada por varios autores como una alusión a Jesús de Nazaret:
¿Qué ventaja obtuvieron los atenienses cuando mataron a Sócrates?. Carestía y destrucción les cayeron encima como un juicio por su crimen. ¿Qué ventaja obtuvieron los hombres de Samo cuando quemaron vivo a Pitágoras?. En un instante su tierra fue cubierta por la arena. ¿Qué ventaja obtuvieron los judíos cuando condenaron a muerte a su rey sabio?. Después de aquel hecho su reino fue abolido. Justamente Dios vengó aquellos tres hombres sabios: los atenienses murieron de hambre; los habitantes de Samo fueron arrollados por el mar; los judíos, destruidos y expulsados de su país, viven en la dispersión total. Pero Sócrates no murió definitivamente: continuó viviendo en la enseñanza de Platón. Pitágoras no murió: continuó viviendo en la estatua de Hera. Ni tampoco el rey sabio murió verdaderamente: continuó viviendo en la enseñanza que había dado.
Citado desde Penna, Romano: Ambiente histórico-cultural de los orígenes del cristianismo: textos y comentarios, pág. 319, Bilbao, 1994.
Algunos autores han interpretado que la abolición del reino de los judíos a que se hace referencia es la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70, y el «rey sabio» por cuya muerte los judíos fueron castigados, Jesús de Nazaret. Entre ellos se encuentran Robert Van Voorst y Bruce Chilton.
El texto parece poco fiable, porque contiene inexactitudes históricas sobre Sócrates y Pitágoras. Además, no hay ninguna prueba de que el «rey sabio» al que alude Mara Bar-Serapion sea Jesús de Nazaret. Craig A. Evans sostiene que la carta es de poco valor dada su fecha incierta y la posible ambigüedad en la referencia.
No se han encontrado más referencias históricas relevantes de procedencia no cristiana acerca de Jesús del siglo I o principios del siglo II, al margen del Nuevo Testamento, pese a que numerosos historiadores y pensadores documentaron bastante exhaustivamente la época (entre ellos Filón de Alejandría, Séneca, Plutarco, Aulo Gelio, y Valerio Flaco).

Santoral mes de febrero

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Pinchando sobre los distintos nombres de los santos y santas escritos a continuación hallaremos información sobre:
Significado de sus nombres.
Biografía breve.
Datos más destacables de estas personas declaradas oficialmente santas.
Otros santos/as que también se celebran ese día.
Anotamos cada santo o santa en el día en que se celebran:
  1. San Cecilio.
  2. Ntra. Sra. de Candelaria (Candelaria, Purificación).
  3. San Blas y San Oscar.
  4. San Donato.
  5. Santa Águeda.
  6. Santa Dorotea.
  7. San Moisés.
  8. San Teodoro.
  9. Santa Apolonia.
  10. Santa Sotera.
  11. Ntra. Sra. de Lourdes (Lurdes).
  12. Santa Eulalia.
  13. San Gilberto.
  14. San Valentín.
  15. San Severo.
  16. San Onésimo.
  17. San Alejo.
  18. San Simeón.
  19. San Gabino.
  20. San Eleuterio.
  21. San Damián y Santa Irene.
  22. Santa Leonor.
  23. Santa Marta.
  24. San Sergio.
  25. San Cesáreo.
  26. San Néstor.
  27. San Honorio.
  28. San Rufino.
  29. San Dositeo.
PARA AMPLIAR:

Santoral mes de marzo

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¿Qué es la "santidad"?: http://eredelosdragos.blogspot.com.es/2015/08/santoral.html
Pinchando sobre los distintos nombres de los santos y santas escritos a continuación hallaremos información sobre:
Significado de sus nombres.
Biografía breve.
Datos más destacables de estas personas declaradas oficialmente santas.
Otros santos/as que también se celebran ese día.
Anotamos cada santo o santa en el día en que se celebran:

  1. San León.
  2. San Heraclio.
  3. San Marino.
  4. San Cirilo.
  5. San Adrián y San Teófilo.
  6. San Olegario.
  7. Santa Felicidad.
  8. San Juan de Dios.
  9. Santa Francisca.
  10. San Cayo.
  11. San Eutimio.
  12. San Maximiliano.
  13. San Rodrigo.
  14. Santa Matilde.
  15. Santa Luisa y San César.
  16. San Agapito.
  17. San Patricio.
  18. San Salvador.
  19. San José.
  20. Santa Eufemia.
  21. San Filemón.
  22. San Deogracias.
  23. Santo Toribio y San Oriol.
  24. Santa Berta.
  25. Santa Gracia, San Dimas y Santa Gloria.
  26. Ntra. Sra. de los Dolores (Dolores).
  27. San Lázaro.
  28. San Doroteo.
  29. San Jonás.
  30. San Quirino.
  31. San Amadeo.
PARA AMPLIAR:

Santoral mes de abril

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Pinchando sobre los distintos nombres de los santos y santas escritos a continuación hallaremos información sobre:
Significado de sus nombres.
Biografía breve.
Datos más destacables de estas personas declaradas oficialmente santas.
Otros santos/as que también se celebran ese día.
Anotamos cada santo o santa en el día en que se celebran:
  1. San Celso.
  2. San Francisco.
  3. San Pancracio y San Ricardo.
  4. San Platón.
  5. San Vicente.
  6. San Timoteo.
  7. San Epifanio.
  8. San Jenaro.
  9. San Demetrio.
  10. San Ezequiel.
  11. San Néstor y Ntra. Sra. del Rocío (Rocío).
  12. San Julio y San Víctor.
  13. San Hermenegildo.
  14. San Tiburcio.
  15. Santa Anastasia.
  16. San Calixto.
  17. San Isidoro.
  18. San Apolonio.
  19. San Timón.
  20. San Antonino.
  21. San Anselmo y San Silvio.
  22. San Lucio.
  23. San Jorge.
  24. San Fidel.
  25. San Marcos.
  26. San Basilio y Santa Engracia.
  27. Ntra. Sra. de Montserrat (Montserrat).
  28. San Prudencio.
  29. Santa Catalina.
  30. San Pío.
PARA AMPLIAR O CONTRASTAR:

Santoral mes de mayo

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Pinchando sobre los distintos nombres de los santos y santas escritos a continuación hallaremos información sobre:
Significado de sus nombres.
Biografía breve.
Datos más destacables de estas personas declaradas oficialmente santas.
Otros santos/as que también se celebran ese día.
Anotamos cada santo o santa en el día en que se celebran:

  1. San Amador.
  2. Santa Araceli.
  3. San Alejandro.
  4. San Paulino.
  5. San Agustín.
  6. San Heliodoro.
  7. San Flavio.
  8. San Benedicto.
  9. San Pacomio.
  10. San Félix.
  11. San Florencio.
  12. San Nereo.
  13. Ntra. Sra. de Fátima (Fátima).
  14. San Matías y Santa Jésica.
  15. San Isidro.
  16. La Ascensión (Ascensión) y San Peregrino.
  17. San Pascual.
  18. Santa Gema y Santa Sandra.
  19. San Ivo.
  20. San Bernardino.
  21. San Secundino.
  22. Santa Julia y Santa Rita.
  23. San Desiderio.
  24. Santa Susana y Santa Ester.
  25. San Maximiliano.
  26. San Felipe.
  27. San Julio.
  28. San Germán.
  29. San Eleuterio y San Justo.
  30. San Fernando y Santa Juana.
  31. Visitación de Ntra. Sra. (Visitación).
PARA AMPLIAR:
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